Las larvas de la hormiga león (Neuróptero) excavan pequeños hoyos en forma de cono, permaneciendo enterradas en el fondo a la espera de presas. Las hormigas, al caer a estos fosos, resbalan por la pendiente y acaban en las fauces del diminuto monstruo. Aunque no son verdaderas mandíbulas, sino piezas bucales huecas con las que succiona los jugos de su víctima. Probablemente esta larva sea de la hormiga león más común en el ecosistema, la Macronemurus appendiculatus.
Artículos Bibliográficos:
- http://druidas.nuevasofertas.es/pdf/hormiga_leon.pdf
- http://sea-entomologia.org/PDF/BOLETIN_13/B13-013-055.pdf
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